TUENTI

Queen of Darkness

ALIADOS EN LA OSCURIDAD

martes, 2 de febrero de 2010

Capítulo 8

*AARÓN*
“¿Para qué habrá vuelto? ¿De verdad pensaba que nada más verla me iba a echar a sus brazos? Ha pasado mucho tiempo… Dos años en los que no he mostrado lo que verdaderamente sentía para no preocupar a mi madre y a mis amigos. Pero estaba realmente jodido… Me destrozó cuando no volvió. Natalia… La persona a la que más he querido en mi vida, a quien no he olvidado aunque haya pasado dos años sin verla, sin tocarla, sin besarla… Anabel jamás me hará sentir lo mismo, es imposible. De todas formas sólo está conmigo porque soy popular, para que todas la tengan envidia. Jamás podría querer a alguien, sólo se quiere a sí misma…”

Iba por la calle recordando mi conversación con Natalia; había sido muy duro con ella, pero tenía que desahogarme, soltar todo lo que me había guardado los últimos años.
La seguía queriendo, no tenía ninguna duda de ello, y la había echado mucho de menos, pero, al igual que había sufrido su ausencia, había sufrido su regreso… Había oído que si se pasaba mal por una persona es porque se la quería mucho. Pues sí, era verdad.

No tenía ni idea de por dónde iba, pero me daba igual. Tenía mucho en lo que pensar y no miraba ni la calle en la que me encontraba.
- ¡¡Aarón!!
Cuando oí a mis amigos llamándome recuperé la noción del tiempo y el espacio. Estaba cruzando una carretera e iba bastante despacio.
Miré al lugar de donde venían las voces y entonces lo vi. No me llamaban para que los esperara, sino para avisarme.

*ANABEL*
Esa tarde Aarón se había ido al parque con sus amigos, por lo que yo había podido quedar con Fran en su casa, como hacía cada vez que mi novio salía por ahí sin mí.
Aarón no tenía ni idea de los cuernos que tenía, no se enteraba de nada. Llevábamos juntos cuatro meses y en todo ese tiempo, cada fin de semana, yo me había liado con Fran, que vivía cerca del parque.
Disponía de ellos dos a mi antojo. Fran sabía que yo estaba con Aarón, pero no le importaba y sabía que a mí tampoco.

Acababa de salir de su casa y había cogido el coche para volver a la mía, pasando por la calle de detrás del parque, para no ser vista. Iba distraída recordando aquella tarde mientras conducía y no me di cuenta de que había alguien cruzando la carretera. Cuando lo vi intenté frenar, pero no me dio tiempo.

Justo antes de atropellarlo, me había mirado.
¿Acababa de atropellar a mi novio?

*EDUARDO*
No le había dado tiempo a Aarón a llegar a la acera. Le habíamos avisado tarde… Le había atropellado un coche que iba bastante rápido. No había conseguido frenar… Sólo paró cuando Aarón estaba tirado en el suelo, inconsciente. Pensé que el conductor bajaría y le ayudaría, que llamaría a una ambulancia, pero volvió a arrancar, esquivó a nuestro amigo y se marchó.
- ¡Será…!
- ¿Habéis visto quién era? –pregunté, intentando comprender la reacción de Marcos, que parecía de reconocimiento.
- Yo no he visto al conductor, pero el coche me sonaba un montón.
- Sí, a mí también, por eso lo digo, porque el coche me resultaba familiar, pero no he visto quién era el dueño. –coincidí con Jonathan.
- Yo sí sé quién era… -Marcos confirmaba mi sospecha.
Y no dijo nada más, se limitó a llamar a una ambulancia, que llegó bastante pronto, pero nos empapamos, pues llevaba un rato lloviendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario