TUENTI

Queen of Darkness

ALIADOS EN LA OSCURIDAD

martes, 1 de junio de 2010

Capítulo 48

*ANABEL*

Sólo había llamado una vez antes de que Aarón abriese. Cuando le vi ante mí supe por qué no me había costado nada fingir que le quería. Rodeándole la cintura tenía una toalla que le tapaba hasta las rodillas, el resto del cuerpo quedaba a la vista, mostrando su figura atlética bajo su melena mojada.

- Eh… Hola Aarón…
- ¿Vas a pasar o quieres que me congele? –levantó una ceja mirándome divertido.
- Sí, claro.

Pasé al amplio salón mientras él se vestía en su dormitorio. Volvió enseguida vestido con una camiseta y unos vaqueros que no le quedaban nada mal. Se sentó junto a mí y me sonrió.

- Bueno, ¿y a qué has venido?
- Me he enterado de lo que ha pasado entre Natalia y tú. –le guiñé un ojo.
- ¿Cómo? No creo que te lo haya contado ella… Y somos los únicos que lo sabemos. Bueno, según parece no.

Fui consciente de que me había equivocado, no debería haber dicho nada. En realidad yo no debería saber aquello.

- Me lo ha dicho Verónica… -susurré avergonzada- Ha visto salir a Marcos del piso de su hermana y poco después a ti…
- Pues Verónica puede hacer un mal uso de esa información.
- ¿No te gustaría que Marcos se enterase y dejara a Natalia? Podríais estar juntos.

Me miró fijamente y me di cuenta de que estaba pensando en mis palabras.

- Natalia quiere a Marcos, no hay que ser muy listo para darse cuenta de ello.
- Mucho no le querrá si se ha liado contigo. Aarón, también te quiere a ti, siempre ha sido así, el tiempo no ha podido contra eso.
- Pero cuando yo la hacía daño, Marcos era quien la consolaba, quien le curaba las heridas que yo provocaba….

Permanecimos unos minutos en silencio, sin saber qué más añadir a aquella conversación. Como vi que él no tenía intención de hablar, lo hice yo.

- Aarón… En realidad venía a contarte algo…

Las dos esmeraldas de su rostro se posaron en mí con interés.

*EDUARDO*

Sara y yo llevábamos toda la mañana trabajando sin cesar. Parecía que a todo el mundo le había dado por comprar libros y material escolar aquel día. No habíamos parado de mostrar cuadernos, bajar libros de las estanterías, envolver regalos…

Llegada la una y media, la última persona que había en la librería con nosotros se marchó. Faltaba media hora para que cerráramos, pero probablemente nadie más aparecería. Nos sentamos en un par de sillas a descansar un poco.

- ¿Sabes que Aarón y Anabel ya no están juntos? –le pregunté.
- Sí, en Navidad vi a Anabel con su nuevo novio.
- Y supones lo que quiere Aarón ahora, ¿no?
- Ahora irá a por Natalia, ¿verdad? Pues ella está muy bien con Marcos, dile de mi parte que no se meta.
- Sara, ¿de verdad crees que si Aarón le dice un par de cosas a Natalia e intenta seducirla ella no va a caer?
- Sé que caería, porque sé que está loca por él, por eso quiero que no se acerque a ella. Aunque pensándolo bien…
- ¿Qué?
- Si yo fuera Aarón pasaría de ella, se lo ha buscado. Pero no sé qué es lo que siente por Marcos… Si Aarón va a por Natalia, ella le va a seguir el juego, y se va a meter en un buen lío si enreda con los dos.
- ¿Sabes lo que pienso? Que Natalia no sabe lo que quiere, y debería aclararse ya.
- Está claro que quiere a Aarón, pero con lo bien que se ha portado Marcos con ella… también le quiere a él.

Oí la puerta abrirse y miré.

- Pues me parece que alguien la va a ayudar a aclararse…