TUENTI

Queen of Darkness

ALIADOS EN LA OSCURIDAD

martes, 2 de febrero de 2010

Capítulo 12

*AARÓN*
¿Dónde habría ido Marcos? Me pareció que llamaba a Natalia, pero no podía ser, a mis amigos nunca les había caído bien, y todo empeoró cuando desapareció. Siempre hablaban mal de ella y decían que esperaban no verla nunca más. Entonces era imposible, aunque mientras estaba inconsciente les había oído hablar con ella. ¿O no? Todo era tan raro… Decidí no darle importancia.
- ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?
- Pues casi doce horas. El médico decía que tal vez estuvieras más tiempo. –aclaró Eduardo.
- Incluso decía que podías entrar en coma. Menudo tío, ¿de dónde se habrás sacado esas ideas? –dijo Jonathan, a quien no le caían muy bien los médicos.
- Eh… Jony… ha estado en coma. ¿Te enteras ahora?
Nos echamos a reír, intentando suavizar el ambiente, que había estado en tensión en presencia de Natalia.
- ¿Y sabes lo que te ha pasado? –me preguntó Eduardo, mientras Jonathan asimilaba su metedura de pata.
- Sólo sé que iba caminando por la calle y os oí llamarme. Entonces me di cuenta de que estaba en medio de la carretera y un coche venía hacia mí. Lo último que recuerdo es el choque entre mi cuerpo y el vehículo y el golpe contra el suelo. No sé ni quién era el conductor, ni qué le pasó ni nada. ¿Está bien?
- Pues seguramente está genial en su casita, en la cama probablemente. Y si está mal que se joda. Ni siquiera se dignó a bajar del coche y ayudarte, ni pidió una ambulancia, a no ser que lo hiciera luego desde casa, cosa que dudo. Te atropelló y se piró. Al menos le dejaste el morro del coche hecho puré. –me contó Jonathan, dejándome atónito.
- Marcos dice que sabe quién conducía el coche, pero no nos lo ha dicho.
- El caso es que el coche nos sonaba, pero… Ni idea.

*NATALIA*
Marcos me había pedido que me sentara con él en un banco que había en el pasillo. Y allí me encontraba, esperando aún que me dijera qué pasaba con Anabel.
- Esto no se lo he contado a nadie y espero que tú tampoco lo hagas. Te lo voy a revelar a ti porque sé que odias a Anabel y es más probable que quieras ayudarme.
- ¿Pero qué es? Vamos, dímelo ya. –le animé para que me lo contara.
- Vale, vale, voy. La razón por la que ahora mismo la odio tanto y estoy hablando contigo es porque sé quién conducía el coche que atropelló a Aarón.
- ¿Y eso que tiene que ver con Anabel? No me estarás intentando decir que quien ha atropellado a Aarón y se ha marchado, dejándolo tirado en la carretera, ha sido su novia, ¿verdad? –intentaba convencerme de que no era eso lo que me estaba insinuando.
- Eso es exactamente lo que quería decirte. A los tres nos resultaba familiar el coche, pero únicamente yo he visto quién iba al volante. Jonathan y Eduardo lo han dejado correr, pero yo no pienso quedarme de brazos cruzados mientras mi mejor amigo vive engañado pensando que su novia le quiere y le adora cuando casi le mata.
- Marcos, no me puedo creer lo que me estás contando, ni sé a dónde quieres llegar con todo esto. ¿Qué pretendes? ¿Que vaya a buscar a Anabel y la mate? –eso era lo que más me apetecía hacer en ese momento.
- No, no te pases. Lo único que quiero es desenmascararla, pero no diciendo “Anabel ha atropellado a Aarón, Anabel ha atropellado a Aarón”, como los niños pequeños para hacer rabiar a los demás. ¡Siempre con la misma musiquilla…!
Me reí con ganas, tenía mucha razón. Recordaba esa manía de mis compañeros de la escuela y de cualquier niño.

Descubría una parte de Marcos que no conocía pero que me gustaba. Tras esa fachada de tío duro con el pelo rubio largo, cuerpo musculoso y algún que otro tatuaje se escondía un chico simpático y hasta gracioso.
- Vale, tampoco pretendía hacerlo así, pero dime qué quieres hacer. –dije cuando me hube recuperado del ataque de risa.
- Quiero que se vea tan acorralada que termine confesando ella misma.
- Entiendo. Lo que quieres es una muerte lenta y dolorosa, ¿no?
- Pero mira que eres violenta… Dale con hablar de muerte. Sí, bueno, más o menos es lo que quiero, que sufra tanto que no pueda soportarlo y admita que fue ella.

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