TUENTI

Queen of Darkness

ALIADOS EN LA OSCURIDAD

viernes, 12 de marzo de 2010

Capítulo 33

*AARÓN*
Aunque mi madre había insistido hasta aburrir no había conseguido que comiera nada. Mi estómago estaba totalmente cerrado, no admitiría nada aunque lo intentase.
Sólo pensaba en Natalia, anhelaba su mirada, su sonrisa, su voz…
- ¡Sevilla! –exclamé de pronto, y mi madre pegó un bote en la silla, del susto que le había dado.
- ¿Qué dices de Sevilla? ¿Estás tonto o qué?
- No, mamá, no estoy tonto. Me acabo de dar cuenta de que hace doce años que sé dónde puede estar Natalia cuando no está aquí.
- ¿Y qué? ¿Te piensas que vas a ir a Sevilla a buscarla? No, hijo, no lo pienso permitir. Esa chica te hizo daño y no se merece que te preocupes tanto por ella. No me extrañaría que quien tuvo la culpa de que entrases en coma fuese ella…
- ¿Pero qué estás diciendo? ¿Tú te estás escuchando? ¡Aquello fue un accidente!
- Sí, claro, un accidente… Por eso quien provocó ese accidente, como tú lo llamas, te dejó inconsciente en medio de la carretera, para que otro coche te pudiera aplastar cuando pasase por allí.
- ¿Y qué tiene que ver Natalia en todo esto?
- Ya puesta a hacer daño… ¿Qué importa un poquito más?
- Estás loca, mamá. Lo siento, pero no pienso quedarme aquí pensando que Natalia puede estar en Sevilla y sin hacer nada. Voy a ir a buscarla…
- ¿Y si no está allí?
- Pues seguiré como estoy ahora, pero al menos lo habré intentado. Pero si está allí se acabarán mis preocupaciones.
No permití que dijera nada más, aunque seguramente no tuviera esa intención. Me conocía demasiado bien como para saber que no me iba a convencer.

*SARA*
Volvió a sonar el timbre, pero ya no me ilusioné pensando que podía ser Natalia, no quería llevarme otra decepción. Si era ella, ya tendría tiempo de alegrarme cuando abriese la puerta.
No había ido a trabajar, Eduardo lo había comprendido cuando le había llamado.
Ana sí que se había marchado, no se podía arriesgar a que la despidieran.
Abrí la puerta al fin.
- Hola Sara. –dijo Aarón.
- Hola Aarón. Antes de que preguntes ya te contesto. No, no sabemos nada de ella.
- Venía a preguntar por la dirección de Natalia en Sevilla. Podría estar ahí, ¿no crees?
Pensé en Marcos, ya estaría allí, pero no quise decirle nada a Aarón, no quería meterme en sus asuntos.
- Bueno, ¿tienes la dirección o no? –preguntó, sacándome de mis pensamientos.
- Sí, espera.
Antes de darle la hoja a Marcos habíamos hecho otra copia con la dirección y entonces hice otra. Queríamos tener una en casa, para otra situación parecida, que esperábamos que no volviera a ocurrir.
Se lo di y enseguida se fue, sin despedirse apenas.
- La que se va a montar… -dije mientras veía la puerta del portal cerrarse.

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