TUENTI

Queen of Darkness

ALIADOS EN LA OSCURIDAD

viernes, 12 de noviembre de 2010

Capítulo 52

*VERÓNICA*

Lydia me había llamado para contarme que Marcos conocía la nueva información y yo me había entusiasmado más que si me hubiera tocado la lotería. Me contó con todo detalle su reacción y me alegré. No tenía ninguna razón para querer que Marcos lo pasara mal, pero probablemente pronto acabaría la relación entre mi hermana y él, y ella volvería a estar mal, que era lo que más me importaba.

A las dos y media volví al instituto, pues me había dejado las cosas allí, ya que tenía intención de volver, aunque no lo había hecho por ir a hablar con mis amigas. Lo recogí todo y puse rumbo hacia mi casa.

Entré y mi madre estaba hablando por teléfono. Dejé la mochila en el salón y, cuando volví a la cocina, ya había colgado.

- Era tu padre.
- Pues vale… ¿Y qué quería? –pregunté sin mucho interés.
- Se va a casar con la mujer esa con la que vive.
- Me alegro mucho, -mentí – que sean muy felices.
- Quiere que vayas a la boda.

Me giré y la miré.

- Lo siento, pero no.


*SARA*

Comimos Eduardo, Ana y yo solos, aunque Jonathan estaba con nosotros, pero él había comido antes. Nos contó lo que había ocurrido y todos nos sorprendimos, no nos lo podíamos creer.

Cuando salíamos del restaurante, a Jony le sonó el móvil. Cruzó unas pocas palabras con quien le había llamado y colgó, guardando silencio.

- Era Aarón. –dijo.
- ¿Y qué quería? –preguntó Eduardo.
- Marcos ha ido a su casa y le ha partido la cara, casi literalmente.
- ¿Le ha pegado? –pregunté y asintió.
- Pues si ya ha ido a casa de Aarón debe faltar poco para que vaya a ver a Natalia… -intervino Ana.
- Si no ha ido ya… -concluí.


*MARCOS*

Tras salir de casa de Aarón, cogí el coche y comencé a dar vueltas sin destino fijo. Lo único que quería era dejar de pensar y dejar de torturarme.

No podía creer que Natalia me hubiera engañado, jamás hubiera creído posible que ella fuera así. Pero había ocurrido. Lo había hecho y yo no tenía claro qué debía hacer. ¿Perdonarla? ¿Dejarla?

En ese momento lo único que sabía era que debía hablar con ella, aunque desconocía cómo podía acabar aquella conversación. Probablemente no muy bien…

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