TUENTI

Queen of Darkness

ALIADOS EN LA OSCURIDAD

martes, 27 de abril de 2010

CAPÍTULO 39

*MARCOS*
Aparté a Lydia de Natalia y la miré.
- ¿Qué haces tú aquí? No te he oído entrar –me dijo Lydia.
- Ya estaba dentro, pero me estaba duchando. Te he oído gritar y por eso he venido. Aunque no he entendido nada de lo que estabas diciendo.
- Sólo estábamos hablando tranquilamente…
- Ya, claro. Sabes que a mí no me engañas, Lydia, ya no. Hace años que te conozco y sé de qué palo vas en cada momento. Además, sé que odias a Natalia. ¿A qué has venido?
- A decirme que me aleje de ti y a amenazarme –aclaró Natalia.
- Vuelve conmigo, Marcos, por favor. Te quiero y sé que tú estás loco por mí, no lo niegues… Esta mosquita muerta no te merece. No sabría apreciarte lo suficientemente bien…
- ¿Y tú sí? Me pusiste los cuernos con todo el que pillaste…
- Desde que me dejaste no he estado con nadie…
- Y además me mientes… Si metes a alguien en tu cama procura que sea alguien a quien no conozca. Me acaba de llamar tu último ligue, me ha dicho que está en tu casa deseando que vuelvas, así que no te entretengas, no le hagas esperar más…
- Veo que te gusta recoger las sobras que deja tu amigo Aarón… En cuanto él la dio puerta fuiste tú a por ella… -miró a Natalia- Que os vaya bien. No te ilusiones mucho, Marcos, porque te va a hacer lo mismo que a Aarón, ya lo verás.
- Márchate de mi casa, Lydia –dijo Natalia.
- Claro, ya me voy, no te preocupes…

Avanzó hacia la puerta, delante de la cual me encontraba yo y pronto desapareció de la habitación. El portazo que dio al salir del piso se sintió en los cristales de todas las ventanas de la vivienda, y probablemente también en los del portal.
Me giré hacia Natalia.
- Bueno, ¿vamos a por los regalos de Navidad? –le sonreí intentando quitarle importancia a lo ocurrido.
Me devolvió la sonrisa y salimos.

*AARÓN*
- Bueno, pues empieza a sincerarte… ¿De qué se trata? –le pregunté a Anabel.
- Supongo que recordarás que cuando llegué nueva al instituto, Verónica se acercó enseguida a mí, y cuando vinieron mis amigas, fuimos todas juntas a todos los lugares…
- Sí, me acuerdo. ¿A dónde quieres llegar?
- Cuando empezó a haber más confianza entre nosotras dos, Verónica me contó que tenía una especie de plan, y que pensaba que yo la podía ayudar a conseguir llevarlo a cabo.
- ¿Un plan? –pregunté extrañado.
No entendía qué me quería decir con todo eso, ni siquiera sabía qué tenía que ver yo con ese plan del que oía hablar por primera vez en ese momento. Yo me había sincerado con ella, le había dicho que no la quería, que quería a Natalia y ella, sin embargo, me hablaba de Verónica y de un plan…
- Sí, un plan, y tenía mucho que ver contigo… -me aclaró –Quería que te olvidaras de Natalia y, como a ella no la hacías mucho caso cuando intentaba estar contigo y te lanzaba indirectas, me pidió que me acercara a ti.
- ¿Acercarte a mí en qué sentido?
- Pues en el sentido en que me acerqué a ti en su momento… Quería que estuviéramos juntos para que olvidaras a su hermana. Me ofreció su amistad a cambio de hacerle ese favor. Todo este tiempo me he dejado manejar por ella. Yo no te quería, Aarón, ni te quiero. Bueno, no pienses que no te tengo cariño, pero de otra manera. Y tengo al más que decirte… Desde que empezamos a salir he estado con otro chico cuando tú salías por ahí con tus amigos… Lo siento.

En ese momento sentí enfado, alivio y alegría, todo a la vez. No tenía que sentirme culpable por haber engañado a Anabel, ocultándole mis verdaderos sentimientos, pues nuestra relación, por ambas partes, había sido una total mentira.

- Gracias por decirme todo esto. Siento que todo haya sido así. No tenías que haber permitido a Verónica que te hiciera eso…
- Creí que tal vez llegara a quererte en algún momento.
Nos callamos unos instantes en los que estuve asimilando toda la nueva información y pensando en qué podía hacer para arreglar los asuntos que tenía pendientes, empezando por solucionar mis problemas con Natalia.
- Ahora que sabes esto, creo que deberías ir a por Natalia. Sé que en todo este tiempo no has dejado de pensar en ella y que su vuelta ha reavivado antiguos sentimientos en tu interior. No la dejes escapar de nuevo. Ella sigue queriéndote, lo sé, pero debes saber que Marcos te lleva ventaja según me han contado.
- Natalia no quiere saber nada más de mí. No quiere volver a verme.
- No creo que sea para tanto, Aarón. Cuando os reencontrasteis discutisteis, pero luego os reconciliasteis, por lo que esta vez será igual, lo arreglareis, seguro.
- Sí, claro… La última vez que nos vimos le pegué un puñetazo a Marcos y ella se enfadó mucho conmigo, me echó de su casa y estaba realmente furiosa. Bueno, no mucho, pero le molestó que pegase a Marcos, lo vi en sus ojos.

Anabel se rió.
- Seguro que se lo merecía… Algo habría hecho para que le pegases, porque tú no pegas así porque sí.

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